La Boquilla, ese histórico corregimiento costero que por años ha sido sinónimo de resistencia cultural, riqueza natural y también resilencia, comienza a escribir una nueva página. Allí, en la carrera 2 entre calles 98 y 46, se construye hoy la que será la vía más larga pavimentada por la Gobernación de Bolívar en Cartagena, con 1,5 kilómetros que prometen transformar la movilidad, el comercio y la calidad de vida de miles de personas.
El gobernador Yamil Arana Padauí inspeccionó la obra, con el objetivo de conocer de primera mano los avances y conversar con la comunidad. Actualmente, la obra avanza a buen ritmo, según Arana, antes de dar una cifra, representa una promesa de dignidad que empieza a cumplirse.
“Esta vía no solo es cemento: es acceso, es trabajo, es bienestar. Por eso le he pedido a la comunidad que ejerza vigilancia ciudadana, que no se quede al margen. Esta obra es para ustedes y tiene que quedar bien hecha. Volveré las veces que sea necesario”, aseguró el gobernador Arana, mientras recorría el tramo entre saludos y abrazos.
Quienes han sufrido durante años las consecuencias del abandono, como Veyda Vargas, ama de casa, no dudan en expresar su alivio:
“Antes esto era puro pantano. Yo salía con botas y terminaba con los pies llenos de barro. Ahora puedo caminar con mi nieto, sin miedo a caerme. Esta vía nos está cambiando la vida”, dice con una sonrisa que mezcla alegría con incredulidad.
El impacto social de la pavimentación no es menor. Según Sonia Porras, docente de la zona, la obra tiene efectos directos en la economía local:
“Con esta calle limpia y transitable llegará más turismo, la gente puede vender su comida, sacar sus productos, montar su negocio. Es bienestar, es empleo. Y los niños ya no tienen que caminar por el lodo para ir al colegio.”
La obra como símbolo de una deuda histórica
Así mismo, para Emiro Carmona, trabajador de oficios varios, esta calle representa algo más profundo:
“Esto era barro, solo barro. Aquí teníamos un programa de la tercera edad y se lo llevaron porque los viejitos no podían ni caminar. Ahora tenemos transporte a cualquier hora. El doctor Yamil se ha puesto la camiseta por nosotros.”
El proyecto vial no solo facilita la conectividad entre La Boquilla, sino que elimina uno de los principales focos de congestión en el corregimiento, especialmente en temporadas turísticas.
Urbanismo con identidad y orden
Pero el gobernador también hizo un llamado claro a la reflexión: el progreso debe llegar con orden.
“La Boquilla necesita crecer de forma armónica, con calles delineadas, con respeto entre vecinos y con una visión urbanística de largo plazo. Podemos ayudarles a construir un Plan de Desarrollo propio, que preserve su identidad y ordene su crecimiento”, afirmó Arana.
Un compromiso que avanza
La Boquilla ha sido por décadas un territorio de contrastes: belleza natural, cultura viva… y una larga historia de promesas incumplidas. Hoy, con cada metro pavimentado, se empieza a cerrar una brecha y a abrir un nuevo camino.
“Ese camino ya no será de barro”, finalizó Arana.